*Las personas más cercanas al hijo (padres, familiares, profesores, amigos) son los que más influyen en la formación de la autoestima. Si los sentimientos y las expectativas hacia el niño son positivas, la autoestima aumentará; si son negativas disminuirá.
*La autoestima se desarrolla a través del esfuerzo, del trabajo bien hecho, del autodominio, de la paciencia, de la fortaleza y del espíritu de servicio.
*La mejor autoestima es la merecida, la que se basa en logros reales que cada uno consigue con esfuerzo.
*Si los padres enseñan a sus hijos, desde la infancia, a esforzarse por ser mejores cada día y por lograr la excelencia en los estudios, en la vida familiar y en la amistad; la autoestima vendrá sola.
*Cuando un niño o un adolescente obtiene con esfuerzo personal el resultado que buscaba, se encuentra feliz.
*En cuanto a los padres no se debe culpabilizarles de nada a los hijos para que no sientan vergüenza, el no criticar lo que hacen o dicen para que no se enfaden, el rebajar los ideales para que no sufran desengaños y el evitar la exigencia al máximo.
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